Entre las posturas que describen cómo se origina el conocimiento se encuentran el racionalismo, que plantea que surge de la razón, y el empirismo, el cual establece que surge de la experinecia.
El racionalismo confía en la capacidad de la razón para alcanzar la verdad de las cosas. Es una postura filosófica representada principalmente en la tesis de las ideas innatas planteada por Platón. Para él, la realidad que se nos muestra es efímera y cambiante, por tanto, debe existir algo en ella que permanezca siempre y nos permita diferenciarla para poder pensarla y reconocerla. A este valor absoluto de las cosas se le denomina ideas o formas y representan la verdadera realidad, ya que por medio de ellas podemos reconocer las cosas, pues son responsables de que esas cosas existan.
El empirismo, cuyo principio fundamental fue desarrollado por John Locke, sostiene que el conocimiento surge de los sentidos y la experiencia, y afirma que la única fuente de conocimiento es la percepción, ya sea externa (observacion de los sentidos) o interna (autopercepción psicológica).